El gas natural -el combustible fósil con menor contenido de carbono- es la mejor opción disponible actualmente para combatir el calentamiento global y, al mismo tiempo, asegurar que el mundo tenga acceso a la energía que necesita. Porque, si bien la reducción de las emisiones de carbono es uno de los principales objetivos mundiales, el desafío es aún más urgente en los países en desarrollo, en particular en Asia, que siguen dependiendo en gran medida del carbón. Según el Escenario de Desarrollo Sostenible de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el consumo de gas natural se disparará de aquí a 2040, así como la demanada de instaladores de gas natural, cuando se espera que satisfaga una cuarta parte de la demanda mundial de energía. El aumento de la participación del gas en la combinación energética mundial es un desafío clave.
Estrategias del gas natural para ser un factor en el desafío climático
Accesible, abundante y un buen socio para las energías renovables, el gas natural tiene muchas cualidades atractivas. Para aprovechar al máximo sus puntos fuertes, se está llevando a cabo una estrategia proactiva de gas con el objetivo de aumentar la cuota de gas natural en la producción de petróleo y gas hasta el 60% para el año 2035.
Debido a que el gas emite sólo la mitad de carbono que el carbón en la generación de energía, otra pieza de estrategia es promover el gas en este sentido. Sustituir el carbón por gas natural en las centrales eléctricas reduciría las emisiones globales de carbono en un 10%. Es Ideal detener permanentemente toda la producción de carbón en el futuro.
Por último, es ideal trabajar e invertir en el desarrollo de nuevos usos para el gas, ya sea en el transporte por carretera con el combustible de gas natural o en el transporte marítimo con el combustible de gas natural licuado (GNL).
CONTRARRESTAR LAS EMISIONES DE METANO
Para mantener la ventaja del gas natural sobre el carbón, las emisiones de metano deben ser estrictamente minimizadas. El metano tiene 25 veces el potencial de calentamiento global del carbono en 100 años, a pesar de que la vida es sólo un cuarto de largo.
Por lo tanto, se debe tomar medidas para reducir nuestras emisiones de metano de la producción y el transporte de gas y aumentar nuestro conocimiento sobre las emisiones de metano.